¡Camina para atrás! suena mal, - preposión incorrecta, debe ser <hacia no para>.
- Pues no. Si caminara hacia atrás tendría como finalidad retomar modelos educativos de antaño o, al menos, anteriores.
- Caminar para atrás es más una consecuencia de no saber ir hacia delante y prueba de ello, entre otras muchas cosas, es la nueva insistencia del profesorado de pensar, creer, en definitiva, tener fe en las tareas y deberes para casa.
Desde los años '80, de 1900, la ciencia educativa viene estudiando la convenencia e idoneidad de las tareas o bederes de casa. Y desde hace más de una década todos esos estudios concluyeron lo siguiente:
Las tareas y deberes para casa no son útiles y sí contraproducentes durante la escolaridad hasta los 12 años, siendo beneficiosas a partir de esta edad hasta los 17 años con una duración entre 30 minutos y una hora y hasta dos horas después de esa edad. Este artículo recoge esos estudios
No trato de juzgar la práctica docente de nadie en concreto, pero conocemos, como docentes, como padres y madres, como parientes o vecinos, que niños y niñas de Educación Primaria se pasan horas en casa haciendo tareas. Más impactante aún es saber que en Educación Infantil también se mandan tareas, y más aún conocer casos en los que niños y niñas vuelven de la guardería o Escuela Infantil del Primer Ciclo, con "fichas" para casa.
¿y yo qué? Pues yo no. Es difícil, muy difícil mantenerse en mi postura. Cuando te piden que debemos tener los mismos criterios; si las demás mandan tarea tú debes mandarlas; no es justo que en el mismo nivel del mismo colegio un grupo mande deberes y el otro no...
He tenido que inventar mil y una maneras de zafarme de mandar deberes a mi alumnado. Por un lada porque las familias insisten en que sus hijos no aprenderán si no hacen tareas en casa y por otro porque el profesorado presiona para que quienes sí mandan no parezcan "malos y yo bueno".
Y mientras tanto, niños y niñas se enfrentan a jornadas laborales de más de 8 horas, 5 de la mañana y 3 de la tarde, más el aula matinal, el comedor y extraescolares, algunos y algunas entran al cole a las 7 de la mañana, salen a las 5 de la tarde y luego 2 o 3 horas de deberes. Las cuentas dan 11 o 12 horas de jornada laboral en niños y niñas menores de 16 años que se supone que no deben trabajar. Es como si recortar horario al alumnado fuera el tan odiado <Recortes de la Educación>.
Muchas son las iniciativas, de madres y padres, de maestras y maestros para acabar con los deberes y tareas, pero es más fácil "romper un átomo"
Jesús Mellado Román
Pedagogía Discente
EMODISCENCIA
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