La experimentamos muchos docentes cada día en nuestras aulas.
Evidencias de la EMODISCENCIA:
- Tienes una relación educativa con tu alumnado.
- Compartes a diario sentimientos, intereses, curiosidades, experimentos, ilusiones...
- Disfrutas en el aula, incluso en las dificultades, que son muchas.
- El alumnado te recibe cada día con ganas de verte, de estar contigo, de que lo hagas protagonista.
- Te emociona compartir sus vivencias. Quieres participar en ella.
- Conoces sus gustos, sus prioridades, sus deseos de aprendizaje y sus rechazos en las dificultades.
- Quieres ir al colegio, lo pasas bien, es divertido, lleno de retos, el cansancio es una nueva oportunidad de superación personal.
- Haces cosas, muchas cosas, incluso que no tienen que ver con el colegio ni la Escuela.
- Familias, docentes y otras, no quedan al margen. Reconocen que algo normal no está pasando y, hay quienes lo valoran positivo, hacia lo que debemos tender, y quienes no creen que sea bueno tanta emoción y bienestar (así noble puede aprender).
- El alumnado se abre para compartir cómo se siente cada día. Cuenta su yo personal, sus logros y sus dificultades, sin vergüenza, con ilusión.
Se trata de humanizar la docencia. Darse cuenta del carácter humano del alumnado, de que todos y todas somos imperfectos y de que por eso, y sólo por eso, somos capaces de aprender, de evolucionar, de ser inteligentes, de ser cada vez más inteligentes.
EMODISCENCIA es una emoción inteligente, del ámbito cognitivo, no del emotivo, es intra e inter personal, de la capacidad de socialización que tienen los docentes. En la teoría y en la práctica de Daniel Goleman, sería una
condición y cualidad docente, más allá de la pedagogía o la didáctica para que nuestra Conciencia
Social, por la que conseguimos comprender el comportamiento de nuestro
alumnado, su manera de relacionarse, sus emociones y sus pensamientos, deba generarnos una Aptitud Social capaz
de responder con precisión a sus necesidades, intereses y motivaciones a la vez
que contribuir al desarrollo de su Inteligencia Social, inevitable en estas
relaciones.
La Educación Social puede
tener una gran aliada con la Pedagogía Discente de Mellado (2012), al
considerar al alumnado protagonista del aprendizaje y del desarrollo emocional
y social con el uso docente de los principios que propugna:
1. Empoderamiento. Del alumnado por sentirse capaz de realizar las actividades que elige.2. Libertad de Elección. Para activar sus Funciones Ejecutivas y situarse en su Zona de Desarrollo Próximo.3. Buen Trato. Reduciendo la intensidad de los enfados y rediseñando la manera de dirigirse al alumnado.4. Creatividad. Para realizar propuestas diversas y para permitir respuestas divergentes.5. Colaboración. Para aprender a ayudar y pedir ayuda, así como para aprender de y con las y los demás.6. Alternancia. Para rectificar los errores en las elecciones y aliviar un esfuerzo que ya ha sido productivo.7. Amor. Para minimizar las imperfecciones del alumnado e interactuar con entrega amorosa.
La principal
estrategia para desarrollar la Educación Social con el uso de las Inteligencias
Múltiples, así como la Pedagogía Discente, es la de inmiscuirse en los
quehaceres diarios en el aula con el alumnado. Conocer en profundidad el
desarrollo evolutivo facilita aproximarnos con precisión a los intereses,
motivaciones, características y deseos durante estas intensas relaciones
educativas.
En nuestras experiencias docentes hemos ido descubriendo una variable
dependiente para el aprendizaje que Eduardo Punset ha querido ensalzar en su
última obra magistral El sueño de Alicia (2014),
como es el uso, tanto de docentes como alumnado de las emociones, la intuición
y las relaciones personales, para enseñar y aprender también estos contenidos.
De manera que el entusiasmo, la ilusión y la preparación con la que iniciamos
las propuestas pedagógicas referidas al desarrollo personal y nuestra capacidad
para contagiar esas emociones en esa relación provocarán un aprendizaje más
intuitivo y eficiente que si lo hiciéramos con apatía.
Jesús Mellado Román
Pedagogía Discente
EMODISCENCIA
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