Hola a todas y a todos!
Continuamente escuchamos y utilizamos argumentos en los que implicamos a las familias en los fracasos escolares de las niñas y de los niños.
Hasta somos capaces de reconocer el éxito de algunas niñas y de algunos niños directamente proporcional a la implicación, formación y educación de los padres, madre y o padre.
Pues bien, sugiero que nos detengamos en esto que, asumido por toda la comunidad educativa, podemos utilizarlo como punto de partida en vez de como punto de llegada, que es como se utiliza ahora para ser argumento de los resultados.
En el desarrollo de la Pedagogía Discente vemos, desde su propia definición, que se trata de poner al alumnado en las condiciones más parecidas posibles a las que ocurren durante el Elemento. Por eso, podemos asumir que:
La familia, desde tiempos remotos, crea en sus hijas e hijos las condiciones similares a las del Elemento.
Es cierto que las estrategias que han venido utilizando no han sido las más propicias antaño y, aún en la actualidad, puede que queden algunos resquicios de tan desafortunadas formas. Sin embargo, para un 66% de los escolares ha funcionado durante décadas.
Pero, ¿por qué las familias pueden crear las condiciones del elemento? Entonces, ¿no es cosa de la pedagogía?
La Pedagogía Discente no es sólo crear situaciones para las condiciones del elemento, es mucho más, es toda una concepción educativa.
Sin embargo, con la ayuda de las familias es más fácil para todas las pedagogías, incluso para las más dispedagógicas, porque...
Pero, ¿por qué las familias pueden crear las condiciones del elemento? Entonces, ¿no es cosa de la pedagogía?
La Pedagogía Discente no es sólo crear situaciones para las condiciones del elemento, es mucho más, es toda una concepción educativa.
Sin embargo, con la ayuda de las familias es más fácil para todas las pedagogías, incluso para las más dispedagógicas, porque...
- Anima e ilusiona a las hijas y a los hijos con el colegio.
- Inculca la importancia del trabajo y la responsabilidad personal.
- Idolatra al profesorado.
- Colabora con ilusión (no a regañadientes) con las propuestas del colegio, a nivel de tutorías y de centro.
- Se emociona con el empeño y los resultados de sus hijas e hijos.
- Exige a sus hijas e hijos buenos resultados y responden con alegría cuando los resultados se ajustan a la realidad del esfuerzo personal.
- Exigen otras responsabilidades extra escolares relacionadas con las tareas de domésticas.
- Buscan la proporcionalidad de las tareas y el juego infantil.
Desde aquí, quiero animar a todo el profesorado a reflexionar sobre esto, tomando como criterio convertir la implicación de las familias en vez de como variable del fracaso o éxito, como elemento de punto de partida, desde el principio.
Sería como diseñar un pequeño (a veces, grande) currículo para las familias para un desarrollo intensivo en el plan de acción tutorial.
Suerte a todas y a todos y a empoderarse con las familias.
Saludos.